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Cruyff Football: el legado futbolístico de Johan Cruyff

Jordi Cruyff nos sumerge en la esencia del juego que catapultó a su padre a la cima del fútbol mundial. Las ideas, la metodología y los conceptos tácticos, antes exclusivos, hoy son accesibles para todos gracias a Cruyff Football

Cruyff Football vislumbra un futuro donde la filosofía futbolística de Johan Cruyff sirva como piedra angular, fomentando la innovación, la educación y la inspiración para dar forma al panorama global del fútbol, abriendo paso a un legado transformador y perdurable.

 

Nadie conoce mejor que Jordi Cruyff el significado detrás de la icónica frase de su padre, «Salid y disfrutad». Una filosofía tan simple como desafiante de plasmar en el terreno de juego. Johan Cruyff no vacilaba: prefería un 5-4 mil veces más que un 1-0; disfrutaba y hacía disfrutar asumiendo riesgos. Con ingenio, creaba jugadas asombrosas, maximizando el potencial de su plantilla tanto a nivel individual como colectivo. Abordaba desafíos no como problemas, sino como oportunidades para encontrar soluciones.

 

Los secretos del Juego Posicional (Positional Play), la planificación de los entrenamientos, el juego de anticipación, la convergencia entre dar libertad y recibir responsabilidad, y el desarrollo del talento de cantera como clave fundamental para la sostenibilidad de un equipo son ingredientes del ‘Total Football’ de Johan que la iniciativa Cruyff Football ofrece a nivel mundial.

A través de esta entrevista, Jordi Cruyff nos ayuda a comprender la filosofía de fútbol de su padre, trasladada a esta iniciativa que pretende llevar el fútbol a otro nivel.

Jordi Cruyff junto a la imagen de su padre Johan Cruyff en la sede de Johan Cruyff institute en Barcelona.

Detrás del archiconocido ‘Salid y disfrutad’ hay toda una filosofía de juego. ¿Tú cómo la describirías?

Su frase ‘Salid y disfrutad’ creo que la dijo en una final de Champions donde se refería a que no tengas presión, no tengas miedo, sal al campo y disfruta. No pienses en que es una final o no te añadas presión, sino juega liberado. Yo creo que fue un poco por eso el salid y disfrutar.

Dicen los expertos que a partir del Mundial del 74 que la selección de los Países Bajos, capitaneados por tu padre, eliminó a Argentina, el fútbol cambió definitivamente. ¿Qué cambió con Johan?

Creo que en 1974, en la Copa del Mundo, se habló por primera vez del Fútbol Total. La gente casi hablaba más del finalista perdedor que del finalista ganador, porque cambiaron algo respecto de cómo se jugaba. Era el Fútbol Total, tener las posiciones en el campo ocupadas, pero por jugadores diferentes, lo que significa mucho movimiento entre ellos, no posiciones fijas. Todos los jugadores se movían de un lado a otro, el delantero llegaba al centro del campo, el centrocampista iba a la posición del delantero. Era muy difícil de seguir para los adversarios, sobre todo en un momento en el que el fútbol marcaba mucho hombre a hombre en el terreno de juego. Por supuesto, cuando de repente el delantero está 30 metros fuera de su posición, y tú lo sigues, también estás fuera de tu posición, lo que deja espacio para los demás. Pero también creo recordar imágenes de la Copa del Mundo, sobre todo con la trampa del fuera de juego que hacía la selección holandesa de fútbol, la forma en que presionaban, quizá con seis jugadores al mismo tiempo a un adversario. Y piensas que ya era en el 74, hace tantos años, y ya ahí, había comenzado el cambio, esta forma rebelde de jugar al fútbol empezó con Holanda entonces.

Cruyff Football es el legado futbolístico de Johan a nivel técnico. ¿Cuál es la filosofía?

Creo que mi padre tenía visión. Primero, por carácter, era rebelde. Si 100 personas se ponían en una cola, él iría a la otra. Viene un poco de su carácter, seguramente el ser holandés. Así que, a nivel futbolístico, se sabe que era una persona que le daba más importancia a la inteligencia que al físico, en su momento. También es cierto que el fútbol va cambiando y de repente unos años se le da más importancia a una cosa y después puede cambiar a otra. Es la evolución del fútbol y el deporte en general. Pero él siempre decía que la inteligencia va más rápido que el balón. O sea, si tú te anticipas, pues ya eres más rápido que corriendo. O sea que la inteligencia es más rápida que las piernas y también que el balón. Si juegas rápido el balón, pues eres más rápido. Él intentaba darle una lógica, era curioso escuchar sus filosofías de fútbol o sus ideas en las ruedas de prensa. Recuerdo en una en la que dijo, parece una locura, pero es lógico: él decía a sus centrales: ‘el delantero, ¿qué es lo que mejor sabe hacer? Desmarcarse. Vale, pues no lo vamos a marcar’. Te quedas pensando: ‘este entrenador está bromeando, o qué dice’. En el fondo es lógico; si es el punto fuerte de uno, haz algo para que no pueda sacar ventaja de ello y hacerte daño. Luego, cómo lo transmites a los jugadores en el campo… Él era capaz de hacerlo.

Creo que mi padre tenía visión. Primero, por carácter, era rebelde. Si 100 personas se ponían en una cola, él iría a la otra. Viene un poco de su carácter, seguramente el ser holandés. Así que, a nivel futbolístico, se sabe que era una persona que le daba más importancia a la inteligencia que al físico, en su momento.

A raíz de esto que explicas, Johan decía siempre que ‘jugar al fútbol es muy sencillo, pero jugar un fútbol sencillo es lo más difícil que hay en el mundo’. ¿Qué entendía él por fútbol sencillo?

Fútbol sencillo significa que si tienes el balón y necesitas cinco toques te estás complicando. Jugar al fútbol a un toque es sencillo, pero al mismo tiempo es lo más difícil que hay. Así que creo que lo que intentaba decir es: «Si puedes dar dos toques en lugar de tres, da dos, porque eso significa que estás simplificando el juego». Pero además, los pases entre los miembros del equipo serán más rápidos, lo que significa que tus compañeros estarán quizá en mejor posición que si retrasas el pase del balón, y entonces el equipo contrario podrá organizarse mejor». Por lo tanto, creo que su visión, o el significado de tener una buena técnica, no era cuántas veces podías mantener el balón en el aire, y si podías hacer esos divertidos trucos de YouTube, sino que su visión futbolística era: «La técnica perfecta es si puedes hacerlo en un toque, porque si necesitas dos o tres toques significa que no lo hiciste en un toque». Y para él, la perfección era un solo toque.

Johan también era un defensor de dar mucha libertad de movimiento a los jugadores para crear oportunidades de gol. ¿Crees que es un principio clave para todo buen entrenador, dar libertad a sus jugadores para que asuman su parte de responsabilidad?

Creo que lo primero que tiene que entender el entrenador, dependiendo obviamente de su visión futbolística, de la plantilla que tenga y del ADN del club, es el conjunto de cosas que configuran una determinada filosofía. Pero creo que la visión de mi padre era que a los jugadores creativos hay que darles opciones. Los jugadores creativos normalmente son inteligentes, se los considera así porque toman las decisiones correctas. Por lo tanto, hay que poner al jugador creativo en una posición en la que pueda sacar a relucir sus puntos fuertes, que es, por ejemplo, la toma de decisiones en el tercio final, y luego hay que llevarle el balón de tal manera que sólo tenga que girarse y elegir la mejor opción, o la opción creativa. Creo que eso fue para él una de las cosas que intentó hacer, por ejemplo, haciendo jugar a Laudrup a veces como delantero, para que entrara con el balón y luego se girara y entonces tendría a dos jugadores que eran extremos, pero que siempre tendrían una carrera vertical hacia la portería y Laudrup era el pasador perfecto, así que lo que quiero decir es que en su cabeza pensaba lo siguiente: «Intenta potenciar los puntos fuertes de cada jugador, para que puedan demostrarlo más veces durante el partido, porque entonces obtendrás buenos resultados». Y a los jugadores que tienen un punto débil, intentar protegerlos de forma que no se notara. Y si es creativo, ponerlo en una posición en el campo en la que pueda ser creativo y pueda mostrar lo mejor de sí mismo. Y luego, otros jugadores que quizá no tuvieran la creatividad, tendrían más trabajo, que es lo que tienen que hacer. Pídeles a los jugadores lo que puedes pedirles, no les pidas lo que no pueden dar. Trata de identificar los puntos fuertes, los puntos débiles, y luego que los puntos débiles no sean visibles, y que toda la atención se centre en los puntos fuertes, para maximizarlos.

¿Qué es lo que más admirabas de tu padre a nivel profesional?

Creo que mi padre, sobre todo en la época del Barcelona, como entrenador, cuando la gente veía la alineación, las tácticas que utilizaba, y era tan revolucionario, pensaba que estaba loco, hasta que llegaron los resultados y entonces, de repente, cambiaron a «es un genio». Eso demuestra que la línea que separa la locura de la genialidad es muy fina, y él lo consiguió… ¡Finalmente llegaron los resultados! Generó una confianza y entonces la gente empezó a creer en esta forma revolucionaria. Para dar un ejemplo, una vez le dijo a sus defensores centrales lo siguiente: «Bien, vamos a jugar contra este equipo este fin de semana, en el que juega un delantero. Analicemos a este jugador, ¿Cuál es su punto fuerte?» Y ellos dijeron: “Liberarse cuando estaba marcado, porque su estilo consiste en hacer un movimiento para desmarcarse, es muy bueno para el desmarque”. Entonces él les respondió: “Vale, no vamos a marcarle, porque si no estás sobre él, no podrá desmarcarse de tí”. Claro, es difícil responder esto a futbolistas profesionales de 30, 31 años, intentar decirles esto a defensas que han jugado 400 partidos, para convencerles de que “vamos a hacer esto para saber qué va a hacer el delantero”. Los delanteros están acostumbrados a tener un hombre que lo marque físicamente, y si de repente no tiene a nadie ¿Qué va a hacer? Parece una locura, ilógico, pero así lo hizo. Una mente diferente, una mentalidad diferente, un revolucionario, un rebelde.

Jordi Cruyff dando instrucciones a sus jugadores en un partido en la liga de fútbol en China.

Todos los que admiran la excelencia táctica de Johan señalan que era capaz de ver y aprovechar cosas que, por obvias que parecieran, otros no eran capaces de ver. ¿Hay algo que hayas intentado llevar contigo a los equipos que has entrenado?

Es muy difícil, porque copiar a un genio es muy difícil, seamos sinceros. Además, lo que tenía -y esto hacía que los jugadores creyeran más en él- es que en los entrenamientos podía decir: «Escuchad, quiero que hagáis esto, esto y aquello». Y los jugadores le miraban, pero en realidad tenía el potencial para decir «dame el balón» y era 20 años mayor que ellos y se lo demostraba físicamente. Les decía: «Dame la pelota, esto es lo que haces.» Y los jugadores miraban y decían: «Vaya, si él lo hace a su edad, nosotros también podemos hacerlo». Así que, muchas veces creo que creaba confianza, siendo capaz de mostrarlo él mismo, físicamente. Y tenía un lenguaje peculiar, en español, en holandés, o incluso en inglés, siempre mezclaba algunas palabras, lo que a veces podía dificultar la comprensión, pero tenía el potencial y la opción de decir: «Dame la pelota, te mostraré lo que intento decirte». Y lo hacía y entonces los jugadores creían en él. Podía crear confianza fácilmente. Y a título personal, diría que cuando he entrenado en algo, y tal vez tienes una duda, sientes que estás perdiendo o perdiendo el control del partido, y es el minuto 60 o el minuto 70 o el minuto que sea, y sientes que lo estás perdiendo. Sabes que tienes que cambiar algo, y estás dudando entre dos o tres opciones diferentes, entonces hablas con tus asistentes: «¿Tú qué opinas?» Y esto y aquello, y sólo para tener más ideas, y luego cuando realmente no sé… cuando es un 50/50, dos opciones, no estoy seguro, siempre voy por la que es la sustitución más ofensiva. Muchas veces, yo estoy en el banquillo, y pienso: «Voy a hacer esto y… (señalando al cielo) ¡a ver si tenías razón!» y para ser sincero, cuando llegaba el resultado, siempre pensaba en mi padre, ya sabes, ¿qué haría él en un momento así? Que es muy difícil saber lo que haría en realidad, porque siempre haría lo contrario. Pero especialmente el cambio ofensivo. Si no estás seguro, hazlo. Si vas a perder, al menos pierde porque estás intentando ganar.

El fútbol actual es mucho más rápido, mucho más físico que hace 15 años. Y él también defendía mucho la anticipación frente a la velocidad. ¿A qué atribuyes tú este cambio en el fútbol?

En primer lugar, creo que el fútbol es un deporte en constante evolución. El fútbol cambió a lo que era hace 10 años, hace 20 años, hace 30 años, hace 40-50 años… Seguimos evolucionando, no sabemos cuánto tiempo seguirá así el fútbol, quizá dentro de 10 años sea completamente diferente, pero de momento es cierto que se habla mucho de la palabra «transición». Es algo de lo que hace 20 años nadie hablaba, pero ahora es una de las palabras clave del fútbol. Las cosas son más rápidas, sobre todo un poco más verticales. Cuando recuperas el balón, la primera idea no es mantener la posesión, sino correr hacia la portería contraria, pensando que quizá no estén tan bien organizados, porque intentaban atacar, y cuanto más rápido vas a por ellos… Son un poco los cambios del fútbol. Creo que también los jugadores están probablemente mejor preparados individual y colectivamente. Hay muchos más datos, con datos de GPS, y estudios de lo fuerte que vamos a entrenar hoy, y mañana tiene que ser un poco menos, y luego al día siguiente tiene que ser un 25% o un 30% más… Hay mucha más información procedente de más estudios y de la tecnología, así que creo que la preparación también es diferente, y quizá mejor. Además, se ve un gran cambio, antes cuando tenías 21 años era cuando debutabas, y las primeras veces te consideraban un jugador joven. Hoy en día se debuta ya con 18 años. Antes te retirabas a los 32-33 años, ahora pueden jugar a un nivel súper alto a los 35-36. Así que hay muchos cambios de tendencia en el fútbol. Pero probablemente la parte de transición tenga que ver con que quizá haya un poco menos regateadores individuales sobre el terreno de juego, así que cuando no los tienes, eso significa que, cuando recuperas el balón, tienes que ir lo más rápido que puedas para intentar marcar al rival, así que todo parece más físico. Además, el hecho de tener los datos del GPS significa que hay más comparaciones para que el entrenador vea quién ha trabajado más duro y quién un poco menos, y los jugadores lo saben, así que inmediatamente se trabaja mucho. El hecho de que haya más pérdidas de balón significa que hay más transiciones. Y si no tienes el balón, tienes que seguir al rival. Así es el fútbol hoy en día.

Creo que con la cabeza, si piensas de antemano, puedes anticiparte a muchas situaciones. Por lo tanto, el cerebro es más rápido que un balón porque puedes anticiparte a las cosas. Lo mismo ocurre con las piernas, el balón es más rápido que las piernas, como correr.

¿Sigue siendo la anticipación un factor clave en esta mayor velocidad?

Creo que con la cabeza, si piensas de antemano, puedes anticiparte a muchas situaciones. Por lo tanto, el cerebro es más rápido que un balón porque puedes anticiparte a las cosas. Lo mismo ocurre con las piernas, el balón es más rápido que las piernas, como correr. Si das un pase fuerte o corres con el balón, el pase llegará antes que si corro. Si corro 100 metros, probablemente necesitaré más de 10 segundos. Bueno, seguro que hoy en día necesito más de 10, necesito mucho más, más de 10 segundos. Pero si pateas bien el balón, en 4 segundos el balón ya está allí, o en 6 segundos. Así que el balón es más rápido que las piernas, pero a veces el cerebro es más rápido que el balón. Así que, en ese aspecto, mi padre siempre dio mucha importancia al cerebro, a la capacidad. Y, por ejemplo, si soy un jugador lento y tengo que esprintar contra un jugador rápido, siempre perderé, pero si veo lo que va a pasar 2 segundos antes que el jugador rápido, entonces llegaré antes. Por eso mi padre siempre pensaba que era muy importante tener inteligencia, tener una buena intuición de lo que va a pasar, pero también la inteligencia es más rápida que cualquier cosa.

¿En qué te fijas cuando te sientas a ver un partido de fútbol? ¿Con qué disfrutas?

Me fijo en las individualidades, pero también en la táctica: ¿cómo hace esto un equipo, cómo responde a eso el otro? Me gusta ver el fútbol de esa manera. Además, algo que cada vez escasea más en el mundo del fútbol es tener regateadores puros. Hoy en día, por ejemplo, los extremos están en el pie opuesto: en la derecha está el zurdo o en la izquierda el diestro. Y se meten por dentro, y cuando se meten por dentro es más para hacer uno a dos con los jugadores que están en el medio. A veces echamos de menos a esos jugadores especiales, que son diestros y pueden jugar en la banda derecha, y pueden regatear por dentro y por fuera, que tienen un uno contra uno. Creo que cuando veo a un jugador con ese talento para el uno contra uno, me encanta verlo.

Una de las propuestas de valor de Cruyff Fútbol es ayudar a los entrenadores a “crear algo de la nada”. ¿Por dónde se empieza a construir un equipo? ¿Cuáles deben ser los cimientos?

Creo que la base, en primer lugar, depende de dónde se entrene. Si entrenas al más alto nivel, al profesional, sabes que los resultados van a estar ahí. Entonces creo que lo primero que tienes que hacer es analizar -tienes tu filosofía futbolística, pero tienes el ADN del club, pero también tienes a los jugadores- y tienes que ser realista: «Lo que quiere el club y en lo que yo creo, y especialmente los jugadores, ¿pueden encajar en la idea del club? ¿Mi idea?». Creo que ese es un estudio que siempre hay que hacer y hay que adaptarse, porque hoy en día es muy difícil dedicarse tanto tiempo al negocio de los resultados rápidos, porque es hacia donde va el fútbol desgraciadamente… Entonces lo primero que tienes que entender es analizarte a ti mismo, analizar lo que quiere el club y su ADN, y lo que pueden dar los jugadores y quizás tengas que ajustarte a la plantilla que tienes. Creo que cuando miras a los jugadores y hablas de formar jugadores jóvenes, entonces es individual, colectivo, pero a veces permites que un jugador joven cometa un error para que no lo cometa dos veces. Y en el fútbol profesional lo que intentas es evitar que se equivoquen porque puedes perder el partido. Entonces cada enfoque es diferente, en el fútbol profesional el resultado es cada vez más importante hoy en día, pero cuando eres joven, el resultado del equipo no es lo más importante; es enseñarle a un jugador joven a mejorar. Si es posible, semanalmente. Entonces, la filosofía es diferente.

Johan también apostó mucho por dar oportunidades a los jugadores jóvenes, acompañarlos en esa transición al fútbol profesional. ¿Cómo debe ser esa incorporación de talentos?

Ante todo, trabajar con estabilidad emocional, es muy importante la ayuda de los padres, del entorno de un chico joven, que mantenga los pies en el suelo. En el fútbol, como en el deporte en general, tienes un sueño y no todo el mundo llega. ¿Cómo reaccionas ante momentos difíciles? Yo creo que tiene que haber un seguimiento bastante personal e individualizado para ese jugador, también del grupo, pero para ese jugador porque es un chico joven y puede pasar que una lesión rompa tu carrera, no has cumplido el sueño y la vida sigue. Mi padre creía en dar oportunidades, pero, por ejemplo, en mi caso, recuerdo que debuté en el primer equipo del Barcelona, ganamos 2 a 1, marqué un gol y provoqué un penalti que nos llevó a la victoria. Después del partido, me dijo: ‘bueno, ya has demostrado que puedes hacerlo, pero ahora te enviaré al filial durante cuatro partidos para ver si tienes la mentalidad adecuada. Quiero ver si mantienes los pies en la tierra o te creces; si es lo segundo, te quedarás allí’.

Después del partido, me dijo: 'bueno, ya has demostrado que puedes hacerlo, pero ahora te enviaré al filial durante cuatro partidos para ver si tienes la mentalidad adecuada. Quiero ver si mantienes los pies en la tierra o te creces; si es lo segundo, te quedarás allí'.

Claro, yo no lo entendía, pero al final es parte de la educación, de que tengas estabilidad y si eres inestable porque has hecho un gol y ya te crees una estrella, pues al final ese no es el camino. Mi padre era de cuidar mucho esos detalles. Es más, mi padre, si en algún momento un jugador joven sacaba malas notas en el colegio, era un pasota, pues a lo mejor no le hacía debutar cuando tocaba debutar cuando el chico se lo merecía. Para mi padre era muy importante el comportamiento fuera del campo para tener esas oportunidades. Hoy en día también es cierto que el fútbol ha cambiado en este sentido. Antes, si debutabas a los 21 años, eras un jugador joven. Hoy en día, si debutas a los 21, ha cambiado tanto el fútbol, que ya llegas un poco tarde. Al igual que antes, con 32 ya era el momento de retirarse y hoy en día hay jugadores con 35, 36 años, a un nivel altísimo. Lo que quiero decir es que debutan antes y se retiran más tarde y hay muchos años entre medio donde el futbolista tiene oportunidades en su carrera durante mucho tiempo. Y también, por ejemplo, hay muchísimos casos de jugadores que a lo mejor han debutado por casualidad y luego han sido estrellas. Quizás dos semanas antes el plan era irse cedido y no se han ido porque se lesiona un compañero, entran ellos y son leyendas de un club. Sin decir nombres, pero hay muchísimos casos así. Entonces, como entrenador o como jugador joven, no siempre lo que planificas con un jugador joven es lo que va a pasar. Por eso hay que estar preparado y hay que trabajar cada día con la ilusión de poder cumplir tu sueño.

La plataforma

¿Cómo surgió la idea de crear la plataforma de fútbol Cruyff? Cuéntanos un poco sobre su historia.

Bueno, creo que mi padre dejó mucho atrás, pero también en términos de pensar de manera diferente, pensar fuera de lo común. Creo que mucha gente siempre tenía preguntas para tratar de entenderlo. No significa que intentes hacer lo mismo, pero creo que el fútbol está en todas partes del mundo, y en todos los negocios hoy en día es importante aprender diferentes formas de hacer las cosas y luego decidir tu propio camino, en qué crees. Pero también es bueno conocer otras cosas, cosas que tal vez no te gusten, pero al menos que puedas entenderlas. Y tal vez encuentres otro punto de vista en el que hay algo que te guste y que puedas incorporar en tu propia filosofía. Creo que es muy importante tener la mente abierta y creo que mi padre tenía una visión diferente, una visión rebelde sobre muchas cosas, entonces considero que es bueno que haya una explicación para ello, que la gente entienda por qué pensaba de cierta manera y por qué lo hacía. Solo para dar ese tipo de información. Y luego cada individuo decidirá qué quiere sacar de ello. Es imposible copiarlo todo, pero al menos hay cosas que podrías decir: «¡Guau! No había pensado en eso, y es una buena idea. Voy a probarlo». Creo que la plataforma está tratando de ayudar a las personas a ser más abiertas y estar más organizadas. Recuerdo incluso en mi caso como entrenador. Tienes un partido el domingo, analizas al oponente, sabes cómo quieres jugar, y luego tienes entrenamientos que tienen que llevar a cabo, para que los jugadores entiendan lo que estás buscando el fin de semana. No solo haces ejercicios de rutina, sino que también haces ejercicios en los que el jugador ni siquiera sabe por qué los está haciendo, pero lo que estás haciendo instalando en el equipo esta idea: «Estamos haciendo esto y lo estamos haciendo en pequeño, porque en cuatro días tenemos el partido y queremos hacerlo en el campo grande». Es bueno tener una comprensión de por qué estás haciendo ciertos ejercicios, no solo porque te gustan, o al jugador le gustan, lo cual también ayuda. Tiene que haber una idea detrás de cada ejercicio. Y es por eso que creo que la plataforma trata de dar muchas explicaciones, para que la gente entienda por qué se llevaron a cabo ciertos ejercicios. En el caso de mi padre, por qué le gustaban ciertos ejercicios, ciertas ideas y los repetía mucho. Por qué pensaba que era necesario, cuáles eran los beneficios.

Jordi Cruyff junto a una imagen de su padre Johan Cruyff en la sede de Johan Cruyff institute en Barcelona.

¿Cuál es el objetivo de la empresa, con qué valores os identificáis más?

Con valores de formación, de enseñar. Cada uno puede tener una visión diferente del fútbol, pero para mejorar es importante a veces saber la opinión de otros, diferentes ideas futbolísticas, no solo una, sino escuchar a uno y discernir; puede que haya cosas que no te gusten, pero hay cosas que no habías pensado antes y te pueden parecer interesantes. Por eso creo que es bueno ser de mente abierta, escuchar diferentes maneras de pensar, diferentes entrenamientos, ejercicios. Yo creo que el entrenador hoy en día, aunque tenga una filosofía de juego táctico, tiene que encontrar los ejercicios más adecuados conforme a su idea, una cosa que es muy difícil. Es muy complicado inventar ejercicios para esa idea que tú tienes, poner en práctica ciertos ejercicios que, en el fondo, tienen la finalidad de cómo quieres jugar el partido ese fin de semana. En esa parte intentamos ayudar, simplemente es una herramienta más para escuchar algo diferente, o para organizarte, o para entender por qué este tipo de ejercicios los hacemos un martes o miércoles, ¿por qué esos días y no un viernes? Y al final, para un entrenador, el objetivo es crear una filosofía de juego; es una herramienta de ayuda.

¿A quién va dirigida?

A todo el mundo. El fútbol más vistoso, más visible, es el profesional, pero hay millones y millones de jovencitos que juegan a nivel no profesional. Hay millones de entrenadores de jóvenes que no están en la televisión cada fin de semana, pero que tienen el mismo amor y tienen esa misma pasión por este deporte. Creo que es importante hacer, de alguna manera, una plataforma para todo tipo de entrenadores de todos los niveles.

¿Qué necesitan los entrenadores de hoy en día a nivel táctico?

Creo que básicamente lo más importante en la actualidad es el personal. Hay mucha información, hay muchas cosas que hacer, tanto a nivel grupal como muchas cosas individuales que se requiere explicar a los jugadores, para que entiendan. Es imposible para un solo entrenador hacerlo. Es importante tener un buen personal, en el que todas las áreas importantes estén cubiertas por profesionales que muchas veces son incluso mejores que tú como entrenador principal. Porque creo que, en la actualidad, un entrenador principal tiene la idea y trata de explicar el camino que quiere seguir, pero al final necesitas ayuda de todos. Hoy en día ser entrenador también se trata de liderazgo y de crear confianza en tu idea. Ya no es más: «Soy tu entrenador, soy el jefe, tienes que seguirme». El truco es crear confianza en los jugadores, que crean en lo que estás haciendo, porque entonces van a jugar mucho más confiados, y normalmente eso da muchos mejores resultados. Y es importante también comunicar esto. Porque si tienes ideas geniales, pero no sabes cómo comunicárselo a tus jugadores, entonces nunca lo entenderán. Entonces no tendrás ningún resultado. Por lo tanto, creo que es importante rodearse de personas que te comprendan, que a veces te desafíen, que no tengan miedo de dar su opinión. Y tratar de cubrir todas las áreas que son importantes. Hoy en día, todos los jugadores son diferentes, tienen una mentalidad diferente, y necesitas intentar conectar con todos. Y es imposible que una persona pueda hacer todos los trabajos. Por lo tanto, el personal debe estar compuesto por especialistas: uno tal vez en ejercicios de entrenamiento, otro en jugadas de estrategia, otro en trabajo individual, para la línea defensiva, para la línea del centro del campo, para la técnica. Hoy en día, entrenar es un trabajo en equipo, pero el entrenador es el líder, obviamente es el que tiene el trabajo más visible, pero necesitas el trabajo de todos.

Hoy en día ser entrenador también se trata de liderazgo y de crear confianza en tu idea. Ya no es más: "Soy tu entrenador, soy el jefe, tienes que seguirme".

Albert Capellas dijo que CF es la plataforma que le hubiera gustado tener cuando comenzó a entrenar. ¿Entiendes lo que quiso decir con eso?

Sí. Cuando conocí a Albert hace muchos años y lo escuché hablar sobre fútbol, entendí que pasó muchas horas observando todos los entrenamientos del Barcelona, incluso en los años 80, y tratando de entender por qué este ejercicio y aquel ejercicio. Y creo que él es una de las personas que mejor comprende, y especialmente que puede explicar mejor, muchos de los valores, ideas, o filosofías de fútbol, que tenía mi padre. Porque una cosa es verlo, otra cosa es explicarlo y que otras personas puedan entenderlo. Y en ese aspecto, Albert es una de las personas que aún pueden entender y explicar mejor la filosofía de mi padre y por qué ciertos ejercicios en el entrenamiento son importantes para alcanzar tu objetivo.

Jordi Cruyff junto a Albert Capellas a su derecha en un partido de fútbol.
Albert Capellas en la sede de Johan Cruyff Institute.

Y también contó que cuando estabas en China, él estaba trabajando en la computadora, y tú estabas cerca de él y le preguntaste: «¿Qué estás haciendo…?»

Sí, recuerdo que mi asiento estaba al final de la habitación, entré y ya noté que Albert, después de los entrenamientos, pasaba muchas horas concentrado en su computadora. Y un día observé y vi algunas cosas moviéndose, algunos ejercicios y le pregunté: «¿Qué estás haciendo?» y él me explicó la idea. Y desde entonces, recuerdo que realmente le dije: «Si alguna vez lo hacemos, lo haremos juntos, porque tienes muchos ejercicios que son de mi padre, así que vamos a ver…» Y para ser honesto, realmente me gusta la forma en que intenta simplificar las cosas, porque el fútbol no es fácil de entender y hay muchas cosas que pueden cambiar el resultado. Así que, cuando lo vi, dije: «Me gusta esa idea, y creo que eres la persona que mejor puede explicar muchas cosas de la filosofía de mi padre».